Madrid

Cuixart: "Estoy convencido de que lo volveremos a hacer, pacífica y serenamente"

En su intervención final en el juicio, el presidente de Òmnium Cultural dice que no se arrepiente de nada y hace un llamamiento a la "movilización pacífica, democrática, permanente y cívica"

Jordi Cuixart ha dejado claro al inicio de su intervención final en el juicio del ‘procés' que no dedicaría estos minutos a defenderse, porque ya lo habían hecho sus abogados, ni a buscar ninguna reducción de pena, sino a seguir su "voz de la conciencia". Por eso se ha reafirmado "en todos los ejercicios de derechos fundamentales que han sido motivo de reproche" en el juicio.

El presidente de Òmnium Cultural ha reprochado a los fiscales que dijeran que no se aceptan las consecuencias de los actos realizados. "No es verdad, nunca he eludido la justicia, es mi forma de ser", ha afirmado. Y ha destacado que no se arrepiente de nada:
 

"No ha habido ningún tipo de arrepentimiento. Todo lo que hice lo volvería a hacer porque estoy convencido que es lo que había que hacer."


De hecho, al final de la intervención, ha pronosticado un "lo volveremos a hacer", que ha dicho en catalán, y que los catalanes volverán a pasar por las urnas para decidir su futuro:
 

"Sin acritud, prepotencia y con toda la serenidad, les digo que estoy convencido que lo volveremos a hacer, y lo continuaremos haciendo como hasta ahora, pacíficamente, serenamente y con toda la determinación del mundo."
 

"Si la violencia policial no pudo con miles de personas el 1-O, ¿Alguien acaso cree que alguna sentencia hará que los catalanes dejen de luchar por su derecho a la autodeterminación? Estoy convencido de que no. Seguirán luchando pacíficamente para ejercer este derecho." 

 

 

"No se puede dejar de protestar"

Cuixart ha recordado que la Fiscalía le ha reprochado que hiciera "llamamientos a la movilización permanente" y que aprovechara el momento para hacer más:
 

"Cuando te acusan de una cosa que es verdad, pues qué vas a decir, que sí, que es cierto. Que sí que lo hice y es más, es que tengo casi la obligación moral de volver a hacerlo hoy aquí. Catalanas, catalanes, movilización, pacífica permanente, cívica, y que nunca desfallezca, y que siempre sea con esta voluntad de mejorar la sociedad."

"Sí, señores fiscales, movilización permanente, y sin ningún tipo de inconveniente, y derecho a la protesta ante todos los poderes del Estado. Es lo que hicimos el 20S de manera democrática, pacífica... Sí, una protesta. No estábamos de acuerdo con una decisión, pero nos limitábamos a hacer todo lo que puede hacer un ciudadano de a pie, y es lo que hacíamos el 20 de septiembre."


Y ha añadido que hay que continuar protestando para que las nuevas generaciones también lo puedan hacer, porque lo que está en juego con la sentencia es la "calidad democrática del Estado":
 

"No se puede dejar de protestar, porque es el motor de avance que hace progresar a las sociedades. Es el derecho de los otros presos políticos, de nuestros hijos. En realidad se trata de es esto. Estamos obligados a protestar para proteger este derecho, para que nuestros hijos también puedan protestar el día de mañana.

"Es cierto, del resultado de este juicio depende la calidad de la democracia del estado español. También en Vallecas, Pamplona o Vigo. Lo que se penalice en Barcelona se tendría que penalizar también en Madrid. Todos los demócratas del Estado nos uniremos en defensa de la democracia y la libertad de expresión."


Cuixart ha reivindicado la desobediencia civil, que ha remarcado que tiene que ser "no violenta, porque si no ya no podría ser desobediencia civil", como vía para mejorar las sociedades:
 

"Ante el dilema de acatar una suspensión del Constitucional o el ejercicio de derechos fundamentales, sí, se ejercieron los derechos fundamentales. No soy experto en derecho constitucional, es más, no he ido ni a la universidad, pero lo que tengo muy claro es que cuando una población ejerce la desobediencia civil, lo que está mostrando es su compromiso con la sociedad. No puede merecer reproche penal, esto es un acto de coherencia y de responsabilidad. Y es uno de los instrumentos más útiles para avanzar."

"(El pueblo) no ataca todo un ordenamiento jurídico, sino las leyes que considera injustas, y las decisiones que considera injustas."


De hecho, ha situado como problema "la obediencia civil", que "permite que los inmigrantes mueran en las costas y se persiga a la gente que los quiere salvar" o que se haga un rescate a la banca "de 60.00 millones y a la vez  haya 600.000 desahucios" o que en Catalunya "una de cada cuatro personas vivan en la exclusión social", o que él mismo se siente en el banquillo de los acusados:
 

"La obediencia permite que demócratas aquí sentados estemos acusados por la extrema derecha, codo a codo con la Abogacía del Estado".


El presidente de Òmnium Cultural ha recordado a sus hijos cuando, como ya hizo durante el interrogatorio, ha afirmado que su prioridad ya no es salir de la prisión:
 

"En estos momentos mi prioridad como presidente de Òmnium Cultural no es salir de la prisión, aunque sí entiendo que mi encarcelamiento es ilegítimo porque no soy culpable de ningún delito. Mi prioridad es seguir luchando y trabajando para avanzar en la resolución del conflicto político. Y conseguir que mis hijos, los dos mayores, el pequeño Amat, que veo crecer entre barrotes, y uno que, si Dios quiere, tendré en otoño, puedan vivir en un país mejor y más libre".

 

El rey y los heridos del 1-O 

En su discurso, Cuixart ha hecho un reconocimiento a las personas que votaron el 1-O y se ha alegrado de que la Fiscalía haya admitido que  hubo un millar de heridos aquel día. "Ya era hora. Lamento los policías heridos, sin ningún inconveniente, pero que se reconozca que  hubo 1.000 heridos es un acto de responsabilidad por parte de la Fiscalía", ha afirmado.
 


También se ha referido al discurso de Felipe VI el 3-O, para lamentar que muchos catalanes vieron "como el rey renunciaba a su papel de concordia y avalaba la brutalidad policial". Cuixart ha advertido que las imágenes del 1-O "durarán años en la mente de la sociedad catalana" y ha considerado que el discurso del monarca fue "una oportunidad perdida".

Cuixart ha alertado contra los intentos de "deshumanizar" el independentismo, advirtiendo que él no tiene ni tendrá enemigos. Ha considerado, a su vez, que en el juicio se ha llegado a un punto en el que "algunos de los testigos" de su defensa "no se han podido expresar con normalidad", y ha pedido que se reconozca la "legitimidad" de los independentistas:
 

"Me niego a vivir sin esperanza, a deshumanizar mi vida y a que mis relaciones se tengan que establecer con enemigos, porque no tengo enemigos. Me niego a odiar nadie. No renunciaré nunca a ser feliz y he descubierto que no nací para ser forzado a odiar nadie. Hay un intento de deshumanizar el movimiento independentista de Catalunya y es responsabilidad de todo el mundo entender que es una opción legítima y que merece todo el respeto."


El presidente de Òmnium ha hablado durante los 15 minutos que tenía disponibles. 

 

Interactivo relacionado: Las claves del juicio del "procés"

 

TEMES:
Juicio "procés"
Anar al contingut