David Fernàndez: "Si la autodeterminación es el delito, me declaro culpable y reincidente"
El periodista y cupero David Fernàndez en la declaración en el Supremo
Madrid

David Fernàndez: "Si la autodeterminación es el delito, me declaro culpable y reincidente"

El periodista y exdiputado de la CUP ha respondido finalmente también a Vox "por imperativo legal" y mostrando su repulsa a "cualquier forma de fascismo"

El periodista y exdiputado de la CUP David Fernàndez ha hecho una defensa contundente del derecho a la autodeterminación en el juicio del ‘procés'. Fernàndez es el segundo testigo que ha comparecido en el Supremo este 25 de abril por la tarde y, en la línea del testigo anterior, el diputado de ERC Ruben Wagensberg, ha reivindicado la desobediencia civil pacífica.

Fernàndez ha proclamado que era consciente de que el 1-O era un acto de desobediencia y ha añadido que seguirá ejerciéndolo "mientras la autodeterminación sea un delito".
 

"Era consciente [de que existía una prohibición del TSJC a la celebración del referéndum], y la desobedecí a conciencia. Y la desobedecí el 9-N, cuando también hubo prohibiciones, y no solo yo, sino que creo que también 2,3 millones de personas porque, si la autodeterminación es el delito, me declaro culpable y reincidente, porque mientras sea delito seguiré desobedeciendo y reincidiendo hasta que este derecho no sea un delito, sino que sea un derecho democrático."  

 


Fernàndez ha explicado que el 1-O él acudió a la Escuela Dovella, del barrio barcelonés de El Clot, y le tocó "interlocutar con los binomios" de los Mossos d'Esquadra. Lo hizo para advertirles que no podían entrar:

"Me dijeron que tenían que entrar a retirar las urnas y les dije que la realidad era la que era y que la gente pacíficamente impediría este acceso."


"Ninguna planificación de violencia" desde el espacio independentista

Después de que haya hablado del activismo de En peu de pau a favor de la desobediencia pacífica, las acusaciones le han preguntado por conductas como "insultos, amenazas, golpes a coches, lanzamientos de objetos o patadas" a las fuerzas policiales que actuaron en Cataluña entre el 20-S y el 1-O.

Fernàndez ha admitido que en algunos momentos hubo golpes o insultos, pero ha remarcado que fueron "marginales" y que desde el independentismo catalán "nunca" se promovió la violencia, sino todo lo contrario:

"Jaime Moreno: ¿Sabe si estas conductas se desarrollaron en las concentraciones entre el 20-S y el 1 de octubre?

David Fernàndez: Con carácter general y mayoritario, no. Ahora, en un contexto como el que se vivió de excepcionalidad como el 1 de octubre es obvio que sucedieron muchas cosas. Hemos visto imágenes de diversos tipos. Pero centrarnos en el marginal y espontáneo... No hay una sola estrategia de planificación de violencia en ningún espacio soberanista que el 1-O llamara a responder con ninguno de los criterios que Usted está reseñando, sino todo lo contrario."

 

La abogada del Estado Rosa María Seoane ha interrogado a David Fernàndez


Cuando la abogada del Estado, Rosa María Seoane, le ha preguntado si la resistencia pasiva se podía incluir el uso de fuerza, Fernàndez le ha reclamado que concretase qué quería decir "fuerza":
 

"Seoane: Hacer una oposición. Ejercer fuerza sobre quien tenemos delante.

Fernàndez: No lo definiría en términos de poder, violencia, autoridad. Si me dice fuerza... hombre, hay una fortaleza. Lo que hacemos es un poder de reunión. Esto usted lo puede interpretar como fuerza. Es el poder de reunión de la gente lo que impide el secuestro de las urnas."

 


El testigo ha hablado de los talleres que En peu de pau hizo en toda Cataluña, en muchas ocasiones a los CDR, para formarlos sobre "cómo resistir las situaciones de tensión o represión policial".

Estos talleres, ha dicho, se basaban en "el principio de la autocontención" y también "en la inviolabilidad del otro", es decir, a respetar la integridad física y moral de la persona que tienes enfrente. "La máxima es que defender los derechos de los demás es también defender los propios", ha manifestado.

También se ha referido al cambio de modelo policial durante su legislatura como diputado, a raíz del caso de Ester Quintana, que perdió un ojo por el impacto de una bala de goma durante la huelga general de 2012. "Se pasó de un modelo de los años 80, duro y coercitivo, a una modelo sensible, flexible, garantista y preventivo", ha indicado.

 

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Protesta de "Severidad pacifista" el 20-S

Fernàndez ha definido la movilización del 20-S en Economía como acto de protesta "de una severidad pacifista prácticamente absoluta". Ha calificado de "pacífica e indignada" la actitud de la gente y ha añadido que el pasillo que hicieron los voluntarios de la Asamblea Nacional Catalana se abrió "sin ningún tipo de problema, en dos o tres minutos".
 

El abogado Benet Salellas, durante la sesión de este 25 de abril


Al mediodía de aquel 20 de septiembre se dirigió hacia la sede de la CUP alertado de la presencia de encapuchados que querían entrar en el local. Fernàndez ha puesto en valor la actitud "deliberada y conscientemente pacífica y determinadamente no violenta" de las más de 2.000 personas que se concentraron en la puerta "durante 8 horas y de forma ininterrumpida":

"No hay heridos excepto una carga inicial contra manifestantes a la una y cuarto, una carga leve, pero fue absolutamente pacífica, festiva, también, en el sentido de generar un clima de distensión y de protesta ante la situación más arbitraria y anómala que yo, como representante político, he vivido nunca: que un cuerpo policial intente entrar en una sede de un partido político sin orden judicial, comisando propaganda contra la que no tiene ningún mandato jurídico."


Responde a Vox "por imperativo legal" y con denuncia del fascismo

Fernàndez ha respondido a todas las partes, incluida la acusación popular que ejerce la extrema derecha de Vox. Lo ha hecho después de dirigirse al tribunal para preguntar si negarse a hacerlo podía invalidar su testimonio.
 

David Fernàndez ha declarado durante poco más de media hora en el Supremo


El juez Marchena le ha advertido que estaba obligado a contestar todas las partes y le ha recordado que podía incurrir en responsabilidades penales si no lo hacía. Finalmente, Fernàndez ha aceptado contestar pero dejando constancia de que lo hacía "por imperativo legal y desde el imperativo moral de denunciar la crueldad ruin y mezquina de cualquier forma de fascismo."
 

 

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